Aprendo más que palabras

He caminado sobre clavos y he seguido caminando a pesar de no tener camino. He tropezado, caído, levantado, y sobrellevado. He vagado tanto de aquí para allá, que ya no me hacen falta brújulas, guías, ni estrellas, que me digan dónde ir, dónde estar, y cómo llegar. He saltado muros cuando pude rodearlos y vuelto atrás para derribarlos. He cruzado más barrancos por motivación, que puentes por obligación. He amado a falta de amor, enamorando a mi propio corazón. He marcado la diferencia con esencia, sin apenas recibir referencias. He querido cambiar mi mundo y es el mundo quien me ha cambiado. He vivido contra mí, además de convivido conmigo. He optado por la iniciativa, para que ninguna derrota llegue a ser definitiva. He repudiado al interesado y amparado al necesitado. He desaparecido en el olvido, reapareciendo con los sueños conseguidos. He aprendido de lo malo a enseñar lo bueno poniendo empeño. He sido más niño que hombre y ahora soy el hombre que de niño quise. He tratado de corresponder lo mejor que sé, mientras mi alrededor me trataba con desdén. He dado todo por nada y aun así ganado más de lo que daba. He entrado en mil laberintos y de todos he salido. He enterrado la mentira y su hipocresía, arrojando la verdad sobre quién por encima de ella se creía. He visitado la muerte y es la vida quien me acoge. ¡NO DEJES DE APRENDER DE LO QUE VIVES O DEJARÁS DE VIVIR POR LO QUE APRENDES!.